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Fuente: ANIMAL’S HEALTH

www.animalshealth.es

Fecha: 06 de Septiembre de 2022

La resistencia a los antimicrobianos (RAM) representa una amenaza mundial para la salud humana y animal, y ha recibido una atención creciente a lo largo de los años por parte de las diferentes partes interesadas.

Algunas bacterias resistentes a los antibióticos circulan entre los seres humanos, los animales y el medio ambiente, mientras que los genes RAM pueden encontrarse en todos los ecosistemas.

De hecho, la resistencia a los antimicrobianos es una preocupación crítica para la medicina humana y veterinaria en todo el mundo. En la actualidad, muchas infecciones bacterianas son muy difíciles de tratar debido a la presencia de varios mecanismos implicados en la resistencia bacteriana a los antimicrobianos comercializados.

Preservar la eficacia de los antimicrobianos actualmente disponibles y reducir la carga de infecciones causadas por bacterias resistentes es una prioridad para las autoridades competentes que operan en ambos sectores.

Por ello, un equipo de investigadores de las facultades de Veterinaria de la Universidad de Montreal y de la Universidad de Ghent, entre otros, ha realizado una revisión con el objetivo de ofrecer una visión general del uso de antimicrobianos en los animales destinados a la producción de alimentos y documentar la situación actual del papel de los animales de granja en la propagación de la RAM a los seres humanos.

“Las pruebas científicas disponibles apoyan la idea de que el uso restringido de antimicrobianos en los animales de granja es eficaz para reducir la RAM en el ganado y, en algunos casos, en el ser humano”, explican en el estudio.

Sin embargo, inciden, la mayoría de los estudios recientes han informado de que el ganado contribuye poco a la adquisición de bacterias y/o genes de RAM por parte de los seres humanos.

Además, los datos recientes indicaron que la cantidad global de antimicrobianos consumida por los animales de granja, ajustada a la biomasa, era ligeramente superior a las cantidades utilizadas en los seres humanos, mientras que la contribución de los animales de granja en la propagación de la RAM a los seres humanos es probablemente muy baja en comparación con las estimaciones iniciales, detallan en el estudio.

Asimismo, en general, se recomiendan las estrategias aplicadas en las explotaciones que tienen como objetivo la reducción de todos los antimicrobianos, ya que aparentemente se asocian con una notable reducción de la RAM (evitando la corresistencia entre antimicrobianos).

“La interconexión entre la salud humana y la animal, así como el medio ambiente, exige acelerar la aplicación del enfoque ‘One Health’ para luchar eficazmente contra la RAM y preservar al mismo tiempo la eficacia de los antimicrobianos”, concluyen los investigadores.

‘ONE HEALTH’ CONTRA LA RESISTENCIA A LOS ANTIBIÓTICOS

En este sentido, países como España ya están abordando la problemática de las resistencias a los antibióticos desde un enfoque multidisciplinar. De hecho, Cristina Muñoz, coordinadora del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN) de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), destacó recientemente que el PRAN es un gran ejemplo de ‘One Health’.

Y es que, según recordó Muñoz, en el PRAN trabajan conjuntamente 10 ministerios, todas las comunidades autónomas70 sociedades y asociaciones científicas y 300 colaboradores.

Además de todo ello, las compañías farmacéuticas del sector de la salud animal también están concienciadas con la importancia de reducir el uso de antibióticos en la ganadería para luchar contra las resistencias.

Ejemplo de ello es la campaña #YOTAMBIÉNANTIBIOGRAMO de Livisto, que mediante la financiación de antibiogramas —que incluyen la tulatromicina— ayuda a los veterinarios a realizar una mejor elección del antibiótico para cada causa infecciosa concreta.