Evaluación rápida del riesgo de influenza aviar en aves y personas

El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, dependiente del Ministerio de Sanidad, ha publicado una evaluación rápida del riesgo de influenza aviar en aves y en personas. Esta evaluación ha sido motivada por la detección en España el primer caso de gripe aviar A (H5N1) en una persona trabajadora de una explotación avícola que ha sufrido un brote reciente de influenza aviar. Hasta la fecha, solo se habían detectado dos casos de esta enfermedad en personas a nivel mundial, uno asintomático y otro con sintomatología muy leve.

Durante la temporada 2021-2022, a nivel mundial se ha registrado la mayor incidencia de influenza aviar en las aves, además de haberse prolongado a los meses de verano, hecho que hasta ahora no tenía precedentes.

La expansión del virus a nivel global podría estar relacionada con su progresiva adaptación a las aves silvestres, lo que unido a la detección de focos pasada la primavera apunta a que el virus y la enfermedad se podrían haber hecho endémicos entre las aves silvestres en nuestro entorno. También se ha demostrado la capacidad de transmisión entre las aves silvestres autóctonas.

Teniendo en cuenta estas premisas, en esta evaluación se concluye que el riesgo de aparición de nuevos focos sigue considerándose muy alto. Estos focos conllevan un gran impacto en la salud de las aves y provocan importantes pérdidas económicas asociadas a la afectación de explotaciones avícolas.

La transmisión del virus de la influenza aviar de las aves al ser humano se considera un fenómeno poco frecuente y la transmisión entre personas es extremadamente infrecuente. Según la evaluación recién publicada, el riesgo de aparición de nuevas detecciones se considera bajo para las personas en contacto con aves enfermas (trabajadores de granjas infectadas, personal veterinario, cazadores, ornitólogos y cualquier agente del medio ambiente en contacto con aves). Además, la baja capacidad para transmitirse entre personas hace que el riesgo para la población general se considere muy bajo. Por otro lado, el riesgo asociado al consumo de carne de ave o huevos es insignificante.

Adicionalmente, de producirse casos en personas, la posibilidad de que se ocasionaran casos secundarios sería muy baja, dada la información epidemiológica y microbiológica actualmente disponible acerca de la transmisibilidad de la enfermedad. Por otro lado, la posibilidad de que se produzca una co-infección por los virus de la gripe humana y el virus de influenza aviar H5N1, que podría facilitar el reordenamiento del virus y dar lugar a un nuevo virus más adaptado a la transmisión inter-humana, también es muy baja en la población general, aunque debe tenerse en cuenta en las personas trabajadoras de las granjas avícolas.

Entre las recomendaciones que se emiten en esta evaluación, se pueden destacar las siguientes:

• Mantener los sistemas de vigilancia, tanto en animales como en personas, y notificar cualquier sospecha de la enfermedad lo antes posible.
• Minimizar la exposición a aves potencialmente infectadas.
• Reforzar las medidas de bioseguridad, especialmente las destinadas a evitar el contacto con aves silvestres en explotaciones avícolas.
• Recomendar a las personas en contacto con aves las medidas de protección adecuadas cuando estén en contacto con los animales.
• Reforzar la recomendación de vacunación de la gripe estacional a los grupos ocupacionales con riesgo de exposición a animales infectados.
• Seguir los protocolos de actuación en los focos en explotaciones y para las personas expuestas a animales infectados por el virus.
• Garantizar la coordinación de salud animal, salud ambiental, salud pública y salud laboral.