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Fuente: PORTAL VETERINARIA

www.portalveterinaria.com

Fecha: 29 de Septiembre de 2023

Autores: Pablo Catalá Gregori1 y José Ignacio Barragán Cos2
1PhD, Diplomado europeo por el ECPVS, Director gerente del CECAV
2PhD, Profesor asociado de la Facultad de Veterinaria de CH-CEU. Responsable de Galimetría SL

Nutrición y barrera

La función de barrera del intestino se relaciona de forma clara con la estructura y funcionalidad de las uniones estrechas (UE) entre los enterocitos, y estas a su vez son extraordinariamente sensibles a los cambios en los elementos del entorno intestinal.

Hay una especial relación entre inflamación y estructura de las UE, por lo que, en una primera aproximación, cualquier elemento de la dieta que pueda causar inflamación será determinante en la permeabilidad, por ejemplo:

  • Cualquier materia prima en malas condiciones.
  • Sojas con tratamientos inadecuados.
  • Exceso de oligosacáridos de baja digestibilidad.
  • Niveles inadecuados de enzimas en dietas con trigo.
  • Cualquier otro factor de inflamación.

Naturalmente, otros factores ambientales que provoquen inflamación intestinal producirán efectos similares. El estrés por calor provoca una inflamación intestinal que puede alterar la expresión de claudina y ZO-1 en el yeyuno de los pollos y producir una mala función de barrera que puede relacionarse con un aumento de la permeabilidad (Tellez et al., 2017). En el campo existe la percepción general de que hay un aumento de los problemas bacterianos en verano que pueden relacionarse con el estrés por calor y el aumento de la permeabilidad, aunque serán necesarios más trabajos para verificar el efecto real y su importancia, dada la progresiva reducción del arsenal terapéutico disponible.

La restricción de alimento durante 24 horas se ha empleado para producir con éxito una inflamación intestinal y alteración de la permeabilidad (Baxter et al., 2017). Se han de considerar entonces dos momentos de riesgo: el de ingreso en la granja (algunos animales no comienzan a comer pronto, lo que quizás esté relacionado con problemas posteriores de cojeras) y los sucesivos periodos de ayuno que deben soportar los animales cuando las cargas de las granjas se alargan durante varios días. También es muy interesante ampliar los conocimientos actuales en este campo.

El caso más evidente de alteración de la permeabilidad intestinal en humanos es la celiaquía y parte de los resultados pueden ser extrapolables. Se ha podido comprobar que su patogénesis es inducida por la gliadina, una glicoproteína presente en el trigo que altera la relación entre la ocludina y la ZO-1, de forma que se reorganiza el citoesqueleto y se incrementa por ello la permeabilidad en cultivos celulares Caco-2 (Ulluwishewa et al., 2011).

Extractos vegetales

Se ha comprobado que diferentes extractos vegetales, como los del pimiento (dulce o picante) o de la cayena, producen una reducción de la resistencia eléctrica transepitelial (TEER), lo que puede ir acompañado de la aparición de formas aberrantes de ZO-1. Al contrario, la pimienta (negra o verde) y la nuez moscada parecen incrementar la TEER, posiblemente debido a la presencia de piperina.

En un estudio con 300 extractos vegetales (Konishi, 2003) se comprobó que el jengibre, el marigold (tagete) y el lúpulo reducen la TEER e incrementan el flujo intercelular en cultivos sin que se advirtiera ningún efecto citotóxico, mientras que el tilo, el anís y el té verde parecen incrementar la TEER y reducir el flujo.

Componentes de la dieta

Por su parte, algunas proteínas y aminoácidos pueden alterar la permeabilidad intestinal. La protamina reduce el flujo paracelular de lactulosa en ratas, y también en ratas se ha comprobado un incremento de la permeabilidad después de la perfusión de L-alanina.

La caseína y betalactoglubulina incrementan la TEER y se comprueba un incremento de la expresión genética de ocludina (Yasumatsu y Tanabe, 2010; Visser et al., 2010). Parece que el triptófano puede producir alteraciones en las UE, mientras que la glutamina puede restaurar las producidas por estrés en la célula epitelial. Cuando a los cultivos de líneas celulares se les priva de glutamina, se reduce la expresión genética de ocludina, claudina y ZO-1 (Li, 2004).

Por otra parte, la sustitución de soja por algodón como fuente de proteína de la dieta produce un incremento de la permeabilidad intestinal en pollos de carne, al igual que el empleo de dietas con una composición de aminoácidos desequilibrada, independientemente de la fuente de proteína empleada (Soomro et al., 2017).

El aceite de soja alterado causa en los pollos un estrés oxidativo, por lo que se reduce la capacidad antioxidante del intestino e hígado, incrementa la permeabilidad intestinal mediante la reducción de la expresión de ARNm de claudina-1 y ocludina y produce inflamación, ya que aumenta la expresión del factor de inflamación IL-22 (Tan et al., 2018).

Se ha demostrado que algunos flavonoides (concretamente la quercitina) mejoran la función de barrera con una mayor expresión de la proteína claudina-4 (Amasheh, 2009). En un experimento realizado en pavos (Tellez y Latorre, 2014) se empleó centeno en lugar de maíz en las dietas. Su uso produjo un incremento en la translocación bacteriana medida en el hígado, un aumento de la permeabilidad, medido por el incremento en sangre de isotiocianato de fluoresceína dextrano (FITC-d), así como una alteración del perfil de la población bacteriana del intestino y una reducción de la resistencia de los huesos de los pavos.

Efectos de las micotoxinas

Un comentario aparte merecen los posibles efectos de los niveles subclínicos de micotoxinas en la estructura y funcionalidad del epitelio intestinal. Hasta la fecha se ha demostrado que niveles relativamente bajos de DON (deoxinivalenol), solo o combinado con otras toxinas de Fusarium, reduce la altura de las vellosidades intestinales.

Se conocen diferentes sustancias y componentes de los alimentos que pueden tener acción sobre la estructura de la UE y la permeabilidad, aunque aún serán necesarios muchos trabajos para poder tener una idea exacta del impacto real de cada uno de ellos, y su efecto sobre el resultado técnico de los lotes.

Las micotoxinas son también responsables de un incremento de la inflamación del intestino, lo que altera la función de las UE, posiblemente por una acción sobre los esfingolípidos de los enterocitos.