Fuente: EFSA
Fecha: 3 de Marzo de 2022
La etoxiquina fue autorizada en la UE como aditivo en piensos por sus propiedades antioxidantes para todas las especies y categorías de animales hasta 2017. Además, se utiliza para evitar la combustión espontánea de la harina de pescado durante el transporte marítimo.
Al final del proceso de fabricación, p-fenetidina permanece en el aditivo. La p-fenetidina es una impureza que tiene potencial mutagénico (es decir, puede causar mutaciones en el material genético de animales y seres humanos). Los expertos de la Comisión Técnica de Aditivos y Productos o Sustancias utilizados en en los Piensos para Animales no pudieron descartar los riesgos de esta sustancia para los animales con larga esperanza de vida y para los animales criados para la reproducción. En cambio, el aditivo se considera seguro para los animales criados para la producción de carne, como pollos, cerdos, bovinos, conejos y peces.
Debido a la falta de datos sobre la presencia de p-fenetidina en tejidos y productos alimenticios de origen animal, expertos tampoco pudieron extraer una conclusión por lo que se refiere a los consumidores.
Debido a la presencia de esta impureza en el aditivo, la Comisión Técnica destacó la necesidad de minimizar la exposición de los usuarios por inhalación.
Los expertos no pudieron llegar a una conclusión sobre la seguridad de la etoxiquina para los ecosistemas terrestres y acuáticos cuando el aditivo se utiliza en animales terrestres. No puede descartarse un riesgo de contaminación a través de la cadena alimentaria acuática, ni un riesgo para los organismos que habitan en sedimentos marinos expuestos a la etoxiquina cuando se utiliza en jaulas marinas.
La Comisión Europea y los Estados miembros, como gestores del riesgo, tendrán en cuenta el dictamen de la EFSA cuando revisen la suspensión de la autorización del aditivo.
Antecedentes
En junio de 2017, la Comisión Europea suspendió la autorización de la etoxiquina como aditivo en piensos para todas las especies animales. La suspensión fue consecuencia de un dictamen de la EFSA, publicado en 2015, en el que los expertos no pudieron llegar a una conclusión sobre la seguridad del aditivo debido a una carencia generalizada de datos y a la presencia de p-fenetidina.