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Fuente: ENGORMIX

www.engormix.com

Fecha: 30 de Julio de 2021

Autor/es: Oscar Pinto y Gastón Aranda. 

INTRODUCCIÓN

Los cambios económicos, culturales, tecnológicos y de la estructura del tejido industrial, junto con los avances en los últimos tiempos en el mercado, han configurado un nuevo entorno de trabajo basado en nuevos elementos que conceden una mayor importancia y complejidad a la demanda de productos y servicios. Por ello debe haber nuevos modelos de gestión que analicen en profundidad las características de las nuevas demandas; dichos modelos deberán adaptarse en volumen, variedad, prestaciones de servicios y desarrollo de productos. Ng, H. S., & Kee, D. M. H. (2017).

Las plantas de alimentos destinadas a la nutrición animal no se encuentran exentas a esta situación. Una multitud de factores internos y externos afectan su calidad y productividad. La mayoría se encuentran diseñadas considerando economías de escala, gestionando líneas de producción de baja variabilidad de productos, con un alto volumen de producción y con poca fl exibilidad en sus procesos. Sin embargo, en el entorno actual de mercado, dichos modelos son obsoletos y se ven reflejados en bajos niveles de productividad y competitividad.

Los modelos de organización y gestión tradicional de producción en masa han sido adecuados para economías con fuertes necesidades de demanda en crecimiento, donde la organización está basada en rangos de autoridad y sus procesos presentan una marcada división del trabajo.

En este escenario, los altos mandos de la organización están preocupados por crecer y por incrementar significativamente los volúmenes de producción, generando estructuras rígidas. Ante esta realidad, en un mercado que es diversificado, y que exige que las plantas de nutrición animal cumplan con principios de Buenas Prácticas de Manufacturas, la gestión operativa a nivel planta se vuelve compleja.

Si bien este enfoque ha sido adecuado durante muchas décadas, se ha acabado imponiendo la necesidad de una nueva gestión de operaciones, más dinámica, libre de desperdicios y enfocada a actividades que agreguen valor. A partir de la mejora continua, los nuevos sistemas productivos se organizan y gestionan basados en nuevas variables, tales como: la demanda cambiante de mercado, la constante variabilidad de productos, la división por procesos, los sistemas de producción flexibles, los sistemas basados en análisis de datos, la adaptación del talento humano, las buenas prácticas de manufactura interactuando con sistemas productivos flexibles y de calidad.

Gaviglio es una empresa con más de 60 años de experiencia y trayectoria dedicada a la comercialización de granos, distribución de insumos para el agro, semillas y productos para la nutrición animal, un one stop shop. Con sede en Zenón Pereyra cuenta con una cartera de 1.500 clientes ubicados en las provincias de Córdoba y Santa Fe, y emplea de forma directa a más de 200 colaboradores entre sus 14 sucursales y su mesa comercial de Rosario.

A través de su marca Nutrición Superior, elabora y comercializa alimentos balanceados y premezclas para todas las categorías de especies bovina de leche y carne. Apoyándose en estos conceptos y de acuerdo con evolución en la demanda de mercado y sistemas de gestión de la producción, Gaviglio en la planta de nutrición animal, ha llegado a nuevos enfoques con una gestión de operaciones esbelta, dinámica y flexible.

LA GESTIÓN DE LAS OPERACIONES Y LA EFICIENCIA DE LOS PROCESOS EN PLANTA

Se parte de la premisa que la eficiencia en la fabricación se logra produciendo el máximo número de toneladas con el mínimo nivel de consumo. Por este motivo, a la hora de evaluar un proceso productivo, se analiza: el diseño, el equipamiento y los sistemas de control. Asimismo, se hace hincapié en los aspectos metodológicos y de funcionamiento de los equipos con el objetivo de establecer el cumplimiento de los estándares de calidad preestablecidos.

A su vez, la gestión de las operaciones evidencia que es necesario considerar otros tipos de variables que infl uyen en los costos de los sistemas productivos tales como: calidad de la materia prima utilizada, comportamiento sinérgico de las diferentes materias primas durante el pelletizado, consumos de vapor, consumos eléctricos por formulación, entre otros. Otro punto que no es menor, sobre todo para el nivel de competitividad de una planta de nutrición animal, es la capacidad de producir correctamente la fórmula diseñada por el nutricionista al costo mínimo derivado, de acuerdo con los equipos de fabricación y técnicas disponibles.

A nivel operacional, los consumos energéticos derivados de la generación de vapor y los consumos eléctricos de los procesos de granulación, molienda y pelletizado son representativos en la matriz de análisis de costos de los procesos de fabricación, por lo que deben seguir estrategias adecuadas para su gestión. Esto resulta fundamental a la hora de competir en un mercado saturado donde los márgenes son estrechos. En Gaviglio, la eficiencia en los procesos de producción y de servicio resulta determinante a la hora de mantener la cartera de clientes y de sumar nuevos.

LA GESTIÓN DE OPERACIONES. SU RELACIÓN CON LA CALIDAD, INOCUIDAD Y LOGÍSTICA

Una planta que es eficiente en sus procesos productivos debe producir con calidad. La eficiencia de los procesos de fabricación es una variable relacionada a los costos de producción, mientras que la calidad es una variable de percepción relacionada a la capacidad de satisfacer necesidades implícitas o explicitas en momentos específicos de cliente internos y externos.
Gestionar la calidad es aplicar un conjunto de acciones y herramientas que tienen como objetivo evitar posibles errores o desviaciones en los procesos de producción y de servicios.
El mantenimiento de los equipos es un factor clave de confiabilidad de los equipos, ayuda a mantener la calidad de productos y elevar los niveles de productividad en planta. Por ejemplo, algo tan simple como cambiar el lubricante de una máquina, incide enormemente en la calidad del producto final, un alto porcentaje de las fallas operacionales en los equipos se originan por falta de la aplicación de programas de mantenimiento preventivos.

Es fundamental trabajar con programas de calidad basados en métodos preventivos. De nada sirve la corrección de errores en forma continua si no se aprende de ellos y si no se trabaja de manera anticipada para evitar que sucedan. Para lograr este objetivo es necesario: la implicación y el compromiso de la dirección, un fuerte trabajo en equipo y el diseño de un sistema de auditorías periódicas que permitan realizar las comprobaciones a posibles desviaciones.
Las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) son la base fundamental de la inocuidad de los alimentos, que son aplicadas en todos los procesos de producción y elaboración. Las
BPM representan el pilar para todo sistema de inocuidad y es un prerrequisito en el control de riesgos preventivos. Los sistemas de análisis de peligros y riesgos asociados a la inocuidad de alimentos deberán gestionarse y ser evaluados de manera continua. Las BPM y los programas prerrequisitos al ser muy dinámicos también deben ser validados.

En función del análisis de estudio, las metodologías de gestión de operaciones basadas en modelos cuantitativos, estudios de caso, investigación acción, resultan herramientas muy útiles para validar los procesos en planta.
Un ejemplo práctico es la aplicación de metodologías cuantitativas de gestión de operaciones en la validación de los Procesos Operativos Estandarizados de Limpieza y Desinfección (POES). Los resultados de la aplicación de dichas metodologías permiten conocer que tan eficiente es el uso de un desinfectante acidificante bactericida aplicado a un alimento balanceado o si es eficiente el uso de algún desinfectante sobre una superficie de contacto del producto, pronosticando su comportamiento futuro mediante el accionar de sus variables medidas. Otro ejemplo es la aplicación de metodologías de estudios de casos; dichas metodologías describen un caso en estudio, identificando ¿el cómo? o ¿el por qué? de la situación en análisis. Esto puede ser aplicado en planta para describir el comportamiento de la velocidad de pelletizado en diferentes formulaciones.

La gestión de operaciones aplicada a la logística muestra que la factibilidad operacional de un modelo logístico se enfoca en el grado en que dicho modelo se ajusta al entorno de negocio. Durante la logística de aprovisionamiento de materia prima hacia la planta, la eficiencia al gestionar las operaciones radica en evaluar previamente los costos del transporte o de la logística intrínseca de la materia prima. De este modo esta situación requiere que se deben establecer estrategias adecuadas de compra y de transporte.

En el caso de la logística de despacho, es evidente que la distancia de la fábrica hasta el cliente final es fundamental, las estrategias deberán estar enfocadas a la eficiencia en el despacho y transporte de productos. La planificación de la demanda comercial, los sistemas de fabricación utilizados y el manejo y reposición de inventarios son variables fundamentales en la gestión de los costos logísticos.

CONSIDERACIONES FINALES
La gestión de las operaciones es un área del conocimiento encuadrada en la ingeniera de las organizaciones que proporciona a los departamentos ejecutivos una base científica sistémica cuantitativa para la toma de decisiones. La gestión de operaciones presenta una alternativa en la optimización en las mejoras de las eficiencias operativas. Su uso permite que la actividad productiva que desarrolla una planta de nutrición animal se encuentre organizada de manera que logre los objetivos previstos, optimizando cada uno de los procesos.