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Fuente: ANIMAL’S HEALTH

www.animalshealth.es

Fecha: 18 de Marzo de 2022

Un estudio recientemente publicado ha analizado la prevalencia del gen mcr-1 en cerdos productores de alimentos españoles desde 1998 hasta 2021 y su relación con el uso de antibióticos polimixina, entre los que se encuentra la colistina.

La investigación publicada en la revista Porcine Health Management, ha sido llevada a cabo por el Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria (Visavet) de la Universidad Complutense (UCM), la Universidad de Burgos (UBU), la Universidad de Extremadura (UNEX), el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL), Tragsatec y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

Los investigadores explican que la resistencia a la colistina era un fenómeno poco común tradicionalmente relacionado con mutaciones puntuales cromosómicas, pero desde la primera descripción de una resistencia a la colistina mediada por plásmidos a finales de 2015, la resistencia transmisible a la colistina se ha convertido en un problema de salud pública.

A pesar de que la colistina se considera un antibiótico de último recurso para humanos, los autores indican que se ha utilizado comúnmente en la industria porcina para tratar la diarrea posterior al destete en lechones.

Sin embargo, el progresivo aumento de la resistencia a la colistina durante la última década llevó a la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) a poner en marcha un plan estratégico y voluntario para reducir el consumo de colistina en la producción porcina de España, alcanzando una reducción de casi el 100%.

La investigación detectó la primera muestra positiva para mcr-1 en 2004, ya que todas las muestras de 1998 y 2002 fueron negativas. Tras esta fecha, observaron un aumento progresivo de muestras positivas desde 2004 hasta 2015, cuando la detección de mcr-1 alcanzó su pico máximo, con un 66% de las muestras positivas. Sin embargo, constatan que desde 2017 (27/50; 54%) hasta 2021 (14/81; 17%) la tendencia fue a la baja, alcanzando porcentajes significativamente inferiores al pico de 2015.

Los autores destacan que esta tendencia decreciente de la resistencia a la colistina asociada al gen mcr-1, coincide con las medidas que aplicaron las estrategias de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y la Aemps en 2016 para reducir el uso de colistina en animales, sugiriendo una conexión entre el uso de polimixina y resistencia a la colistina.

Por lo tanto, consideran que estos planes podrían haber sido efectivos en la reducción de mcr-1, alcanzando niveles más bajos que los detectados en muestras recolectadas hace 17 años, cuando la resistencia a la colistina aún no era una preocupación importante.

Tras el éxito “rotundo” de la estrategia de la reducción de la colistina, la Aemps anunció recientemente que trabajan en un nuevo programa de reducción de antibióticos en ganado porcino, que en esta ocasión será más “ambicioso” e incluirá a todos los antibióticos.