Fuente: PORTAL VETERINARIA
Fecha: 20 de Septiembre de 2022
Una nueva investigación muestra cómo el ajuste en la alimentación del ganado y los peces podría mantener la producción animal al mismo tiempo que aumenta la disponibilidad de alimentos para las personas. El estudio se ha desarrollado en la Universidad de Aalto (Finlandia) y los resultados, que se han publicado en Nature Food, sugieren que estos cambios relativamente simples aumentarían significativamente el suministro mundial de alimentos, proporcionando calorías para hasta un 13 % más de personas sin requerir un aumento en el uso de recursos naturales o cambios dietéticos importantes.
Actualmente, aproximadamente un tercio de la producción de cultivos de cereales se utiliza como alimento para animales, y aproximadamente una cuarta parte de los peces capturados no se utilizan para alimentar a las personas. Matti Kummu, profesor asociado de estudios globales sobre alimentación y agua en la Universidad de Aalto, ha dirigido un equipo que investigó el potencial del uso de residuos de cultivos y subproductos alimentarios en la producción ganadera y acuícola, liberando el material utilizable por humanos para alimentar a las personas.
“Esta ha sido la primera vez que alguien ha recopilado los flujos de alimentos y piensos con este detalle a nivel mundial, tanto de los sistemas terrestres como acuáticos, y los ha combinado. Esto nos permitió saber cuántos subproductos y residuos alimentarios ya están en uso, que fue el primer paso para determinar el potencial sin explotar”, explica Kummu.
Análisis del flujo de alimentos
El equipo analizó el flujo de alimentos y piensos, así como sus subproductos y residuos, a través del sistema mundial de producción de alimentos, y luego identificaron formas de cambiar estos flujos para producir un mejor resultado. Por ejemplo, el ganado y los peces de cultivo podrían alimentarse con subproductos del sistema alimentario, como remolacha azucarera o pulpa de cítricos, subproductos de pescado y ganado o incluso residuos de cultivos, en lugar de materiales aptos para el uso humano.
Con estos cambios, hasta el 10-26 % de la producción total de cereales y 17 millones de toneladas de pescado (alrededor del 11 % del suministro actual de productos del mar) podrían redirigirse de la alimentación animal al uso humano. Dependiendo del escenario preciso, las ganancias en el suministro de alimentos serían del 6 al 13 % en términos de contenido calórico y del 9 al 15 % en términos de contenido proteico. «Eso puede no parecer mucho, pero supone alimento para alrededor de mil millones de personas», afirma Vilma Sandström, primera autora del estudio.
Estos hallazgos encajan bien con el trabajo anterior del grupo de Kummu sobre la reducción de la pérdida de alimentos a lo largo de la cadena de suministro, desde la producción, el transporte y el almacenamiento hasta el desperdicio del consumidor. “En ese estudio demostramos que reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos a la mitad aumentaría el suministro de alimentos en aproximadamente un 12 %. Combinado con el uso de subproductos como alimento, eso sería aproximadamente una cuarta parte más de alimentos”, explica.
Caída de la productividad ganadera
Algunos de estos cambios, como alimentar al ganado con residuos de cultivos, podrían conducir a una caída en la productividad ganadera, pero los investigadores lo han tenido en cuenta en su análisis. Otro desafío es que los alimentos aptos para consumo humano que se utilizan actualmente en la producción ganadera y la acuicultura son diferentes de los alimentos a los que la gente está acostumbrada. Por ejemplo, en las industrias de piensos se utiliza una variedad diferente de maíz y algunos de los granos son de menor calidad, y el pescado que se utiliza en la producción de harinas suele ser pequeño y con mucha espina, que actualmente no es popular entre los consumidores.
Sin embargo, superar estos obstáculos podría resultar en ganancias sustanciales, aunque concretar estos beneficios requeriría algunos ajustes en las cadenas de suministro. «Por ejemplo, necesitaríamos reorganizar el sistema alimentario para que las industrias y los productores con subproductos puedan entrar en contacto con los ganaderos y acuicultores que los necesitan. Y algunos de los subproductos necesitarían ser procesados antes de usarlos como alimento”, dice Sandström.
‘No creo que haya ningún problema serio en hacer esto. Lo que sugerimos ya se está haciendo en cierta escala y en algunas áreas, por lo que no es algo que deba desarrollarse desde cero. Solo necesitamos ajustar el sistema actual y aumentar la escala de esas prácticas”, concluye Kummu.