Fuente: INTEREMPRESAS
www.interempresas.net
Fecha: 11 de Enero de 2018
La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, tras consultar los últimos datos relativos a sanidad animal y, en especial, a tuberculosis bovina, constata un aumento de la prevalencia de la enfermedad y denuncia la ineficacia de los planes de erradicación.
Unión de Uniones pone de manifiesto que existe una tendencia clara al aumento de casos de tuberculosis bovina e insiste en que no tiene sentido que el Ministerio se empeñe en una línea de continuidad en sus planes de erradicación cuando éstos no han funcionado, según se estima del aumento en 2016 a un 2,87% de prevalencia, retrocediendo a niveles de 2001.
Unión de Uniones revela que empeora la prevalencia en todas las regiones más afectadas. Sólo Andalucía, que es la más afectada, mejora ligeramente; pero se mantiene en niveles altísimos, con un 17,24% en 2015 y un 17,10% en 2016. El resto de las CC AA empeoran: Castilla-La Mancha, que llega al 7,84% (7,63% en 2015); Extremadura, que alcanza el 12,96% (12,23% en 2015); La Rioja, con un 3,86% (2,81% en 2015); y Murcia, con un 2,90% (1,66% en 2015).
Con esta evolución, la organización evidencia su desconfianza en el Plan de Erradicación ya que todo apunta, pese a que los últimos datos disponibles son de 2016, a que los objetivos del Programa de Trabajo Plurianual 2015-2017, que preveían llegar a 2017 con una prevalencia del 1,55%, no se han cumplido.
La organización critica que, pese al mal resultado de planes anteriores en estos últimos años, el Ministerio se empeña en poner en marcha las mismas idénticas líneas para 2018 y advierte que si no se adoptan otro tipo de medidas que atajen la causa principal del problema (los reservorios de fauna silvestre) el objetivo para 2018, fijado en el 2,25 % de prevalencia, corre también un serio riesgo de no cumplirse.
Unión de Uniones señala que hasta ahora no se ha actuado para controlar la enfermedad en la fauna silvestres, particularmente jabalíes, de los que sólo se examinará un 3%, cuando se conoce que el índice de prevalencia es del 10% y que en las regiones más afectadas este porcentaje aumenta hasta llegar al 32% en Castilla La Mancha, el 25% en Extremadura y el 21% en Andalucía.
Por el contrario, es el ganado sobre el que, a pesar de no ser el foco del problema, se actúa exclusivamente, sometiendo a controles de más del 90 % de los animales y sacrificando cerca de 30.000 vacas al año, que es la ruina de los ganaderos afectados.
A la vista de que desde 2005 ya han sido sacrificadas 370.000 vacas sin resolver el problema, desde Unión de Uniones se ha pedido en multitud de ocasiones poder realizar una prueba de contraste para evitar sacrificios innecesarios. Los motivos por los que se ha denegado es porque, según la administración, esta prueba es “única en el tiempo” al no poderse reproducir las mismas condiciones en las que se lleva a cabo, lo que, precisamente, hace dudar a los ganaderos de su fiabilidad, dado que, de repetirse, podrían darse resultados muy distintos.
En lugar del contraanálisis, el nuevo plan incluye la posibilidad de que el ganadero designe un veterinario que esté presente, previa autorización de la Administración, para que contraste la correcta ejecución de las pruebas. En estos casos la Administración nombrará a otro veterinario para que también contraste la prueba, cuyo dictamen será el que valga en caso de discrepancia.
“A nuestro juicio, todo esto es una pantomima”, señalan desde la organización. “Esto no es lo que necesita el ganadero ni hace las pruebas más fiables, sólo más enrevesadas y más costosas para el ganadero, que es quien corre al final con los gastos y las tasas del contraste.”
Unión de Uniones, quien ya se manifestó el septiembre pasado delante del Ministerio de Agricultura, insiste en que el MAPAMA debe involucrarse de una vez por todas y cambiar radicalmente la forma de gestionar este problema que continúa provocando graves perjuicios a los ganaderos sin ningún tipo de solución.